Egoísta
Hoy escribo desde un pensamiento que me ha dejado en las nubes con mi psicóloga Ana, donde nada más llegar me han ofrecido una taza de té. ¿Soy egoísta por pensar en mí primero? Como voy a querer dar a los demás algo que para mi misma no tengo. La respuesta de Ana fue "NO".
Las cosas importantes que he hecho, siempre han sido pensando a largo plazo para ellos (los llamamos persona A y B por ejemplo). A día de hoy no siento ningún tipo de gratitud por su parte, solo silencios incómodos, miradas de curiosidad, con derecho a opinar sobre todo lo que hago. No olvido, que ella me ayudo, pero yo también a ellos.
¿De verdad era esto lo que quería? Me autoengañé al creer que sería lo mejor para ellos y para mí, que sería una muestra para fortalecer y acercar una relación que con el tiempo, resultó ser lo contrario y me alejó más. Porque ha habido muchas situaciones tensas y me he visto envuelta entre truenos y tormentas. Eso me generó impotencia, ansiedad, rabia y de ultima tristeza. Pasaron los meses, y hoy ya no quiero agotar más mi mente, sé que he hecho las cosas bien, pero ya no quiero hacer más.
Ya no soy esa niña que fue, en su rol de mujer de bajo perfil, insegura, silenciosa, la que evitaba conflictos... La gente cambia, menos mal, soy una mujer que tengo algo que decir, tengo opinión, he ganado seguridad y fortaleza, soy válida para lo que me propongo y muy fuerte. Pongo limites, eso también es amor.
Opino, que vencer los obstáculos de la vida, es algo necesario para ganar la fortaleza que de niña minaron o nunca nos dieron. Festejar los logros, enfocarse en la siguiente meta, son cosas que nos deberían de enseñarnos en algún momento. No ser conformistas y querer más, siendo realista y siempre humildes.
La semana pasada, me encontraba bajo un nubarrón de grises y no veía nada valioso, supongo que me poseyó el síndrome del impostor . Dicen que cuando uno se pierde, lo mejor es encontrarse en las cosas que nos gustan. Escribir me gusta, el silencio, el sol, leer un libro, todo esto me hace bien. Volví a enfocarme, abrir mis ojos a lo que realmente importa, como ser feliz. Siendo esto, ya no como un objetivo, sino como una actitud para el día a día que estoy viviendo.
Estoy orgullosa de mi misma, de poder estar sentada hoy aquí escribiendo esto porque sé todo el esfuerzo que ha sido para mi lidiar a lo largo de los años, con una mesa donde estaban presentes el machismo, el alcohol, la burla, la indiferencia y la ausencia.
Nos volveremos a leer pronto...
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