Tengo un mensaje para ti...
Supongo que estoy escribiéndolo ahora, porque me hubiese gustado que alguien se hubiese sentado conmigo y me hubiese dicho todo esto, de como iba la vida cuando era más joven, en una terraza tomando lo que sea al sol. Así que imaginemos que estamos como en la foto y empecemos...
Tengo que recordar que yo soy mi propia victoria andante. Donde todas las decisiones que he tomado, han sido conscientes e importantes para mí. Aunque algunas no salieran como esperaban.
También, me haré responsable de mis palabras y de mis acciones, no tomaré palabras que no son mías, aunque intenten manipularme. Soy más inteligente que eso.
Porque el mundo es tan grande, hay tanta gente y no todos tienen buenas intenciones, aunque su cara amable pinte que si.
La soledad aparecerá, pero no le tengas miedo, aprenderás mucho con ella.
No confíes tu paz a nadie, porque esa es una tarea que solo lo puedes hacer tú.
Escucha tu intuición, hay momentos donde algo nos dice "mejor que no" y como somos seres tercos por naturaleza avanzamos igualmente. Además, como dice el dicho "quien no puede recordar el pasado, está condenado a repetirlo". Repetir algo que no nos hizo bien, solo traerá cosas malas.
Enfócate en lo que quieres y si lo no sabes, seguro estás haciendo algo que te gusta, sigue por ahí, porque quizá sin darte cuenta, te está llevando a la vida que de verdad te mereces.
Ponte limites a ti y a los demás, cuando pasa esto, por experiencia, se va limpiando el entorno, por decirlo de alguna manera. Es duro, pero valdrá la pena, porque tener personas que no aportan nada a tu vida no es nada sano.
Es primordial, coincidir con personas que hacen sus sueños realidad o al menos lo están intentando, deja mucho espacio para imaginar que todo es posible.
Que vivir tu propia vida y estar tranquilo sea una meta diaria y que nadie interfiera en eso nunca. Ni los más cercanos, eso a veces es lo más difícil , porque son los que tienen mayor acceso a ella y se creen con derecho a juzgar, cuando sus vidas no han sido un ejemplo.
No finjas, no pretendas ser quien no eres, sé real ya que quién te quiere de verdad, no te cambiará.
Date tu tiempo, descansa lo que haga falta y no te presiones tanto.
No será todo esto una lista de mandamientos (porque lo parece) pero sí un recordatorio de como tenemos que tratarnos, es vital ser consecuentes con la vida que queremos tener y lo que queremos trasmitir. No lo olvides...
Nos leemos la próxima semana...
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